Durante miles de años, personas de distintas culturas han utilizado la meditación para alcanzar un estado de quietud y calma. Actualmente, millones de personas en el mundo meditan. Utilizan apps de meditación, como Insight Timer, meditaciones guiadas que escuchan a través de SoundCloud o Youtube. Los más implicados, atienden clases o retiros de meditación.
En los últimos años son más y más personas las que se inician en esta práctica, pero ¿por qué es tan atractivo? ¿cuál es su origen? ¿en qué consiste realmente?
¿Qué es la meditación?
La meditación es una práctica ancestral que permite modificar el estado de actividad de tu mente a uno de quietud, en el que te conviertes en testigo observador del momento presente. A través del cual puedes entrar en una relajación profunda y acceder a estados expandidos de consciencia. Es el modo de entrenarte en la atención y en la consciencia.
¿Cuál es su origen?
Algunos arqueólogos han encontrado evidencia de que la meditación existía hace 5,000 años A.C y sabemos que los Vedas, las escrituras más antiguas del hinduismo, contienen prueba escrita de la existencia de la meditación hace 1,500 años A.C.
Los antiguos textos Upanishad, que constituyen una de las obras más sagradas del hinduismo, y la culminación del pensamiento védico, describen la importancia de la meditación auditiva. Controlando la respiración, la pronunciación y audición de la sílaba Om (Aum) para contemplar al bráhman (la esencia última del todo), e indican que para alcanzarlo hay que trascender los tres estados de consciencia. La meditación le permitirá al practicante, liberarse de la ignorancia y reconocer la unidad con lo absoluto.
Si profundizamos un poco más sus orígenes, encontramos que la meditación constituye la séptima rama o vértebra del Yoga. El dhyana, centrado en la práctica del desarrollo de la observación y la atención consciente. Patanjali, aproximadamente entre 200 A.C. y 200 D.C., compila los Sutras del Yoga y lo incluye como uno de los 8 componentes esenciales del Yoga. Es decir, la meditación no es vista como una práctica aislada, sino que forma parte de un sistema de vida que busca conectar al practicante con su esencia y la unidad, a través de una serie de lineamientos, ejercicios y técnicas que conllevan a la iluminación.
Hagamos un breve ejercicio juntos
Cierra los ojos, inhala profundamente y exhala. Nuevamente…inhala profundamente y exhala. Continúa inhalando profundamente y presta atención a tu respiración, observa como con cada inhalación el aire entra por tu nariz y tu pecho se expande y como con cada exhalación tu pecho se contrae y el aire sale nuevamente por tu nariz. Sigue el recorrido de tu respiración. Repite este proceso una y otra vez observando tu respiración. Observa como con cada respiración te vas relajando más y más. Ahora enfoca tu atención en los sonidos a tu alrededor, quizás escuches unos pájaros, un perro a la distancia…el motor de un carro…la conversación de unos transeúntes. Nota los cambios en los sonidos, algunos disminuyen…otros se incrementan…otros desaparecen… Mientras prestas tu atención en el momento presente, tu mente se aquieta, tu respiración disminuye y tus pensamientos se disipan. Con cada respiración te vas sintiendo más calmado, más relajado….
¡Felicitaciones! Ya hiciste tu primera meditación.
Meditación Budista
Esta forma de integrar la meditación a una filosofía de vida, también la encontramos en el budismo. De acuerdo con las enseñanzas budistas, la meditación tiene dos aspectos esenciales:
- samatha, que contiene los primeros cuatro milagros del Mindfulness, parar, calmar, descansar y sanar. Con la meditación hacemos un alto en nuestra vida para contemplar el momento presente, que es el único que existe realmente, pacificamos nuestra mente, descansamos y sanamos todas aquellas heridas que llevamos dentro.
- vipashyana, que contiene el quinto milagro del Mindfulness, el mirar profundamente, lo que nos permite despertar y liberarnos del sufrimiento.
Para el budismo, la meditación constituye una práctica esencial de sus enseñanzas y forma parte de los componentes del Noble Sendero Óctuple, el camino indicado por Buddha para liberar al ser humano del sufrimiento. Recordemos que el propio Buddha alcanzó la iluminación a través de la meditación.
En general podría decirse que existen dos tipos de meditación budista:
- La meditación de concentración que existía antes de que naciera Buddha y constituía una práctica yóguica basada en la relajación, focalización de la energía y atención, que ayuda a quien lo practica a alcanzar estados elevados de consciencia, reducir la tensión y el estrés.
- La meditación de visión interna (Vipashyana) enseñada por el Buddha que busca desarrollar una sabiduría más profunda, espiritual, liberarse del karma, purificando el corazón, cultivando la atención y la concentración.
Ambas técnicas son enseñadas en distintas escuelas y tradiciones, pero idealmente se combinan ambas para lograr una disciplina mental que cultive la atención al momento presente. Desarrollando la sabiduría interior, la consciencia, el equilibrio, el amor la alegría y la compasión.
Como se puede notar, para los budistas la meditación tampoco es una práctica aislada, sino que forma parte de un sistema de vida en el que el practicante abre su corazón, percibe las cosas tal cual son, libera la mente, accede a la sabiduría interior, actúa con compasión y obtiene una perspectiva más profunda de los aspectos de la vida.
“Independientemente de la técnica que se utilice o la raíz de la cual provenga, la meditación comprende mucho más que una simple técnica de relajación. Pues toca los valores sagrados de cada practicante y lo invita a desarrollar esa sabiduría interior que lo conecta con su esencia para expandir su práctica más allá de la meditación, incorporándolo a su vida diaria”
Flavia
