Pasamos más de la mitad del 2020 con un uniforme de sudadera y pantalones deportivos. El resto del armario sin usar. Así que, ahora más que nunca, nuestras elecciones personales de consumo de moda son muy importantes. Tenemos en nuestras manos el acceso a la información para poder crear hábitos de consumo sostenibles ¡Es el mejor momento para crear un armario sostenible!
La pregunta que más se repite es: ¿Por dónde empezar? y para mí, está muy claro, comenzaremos por nuestra boutique más cercana: nuestro closet.
En este artículo, te quiero enseñar cómo puedes lograr un armario sostenible y eco friendly. Tal vez te preguntes ¿Cómo hacerlo? ¿Qué prenda tiene valor o una historia, qué es realmente una necesidad, qué pieza fue un error comprar y cuál se hizo para durar?
“Como siempre digo, no puedes comprar tu camino hacia la sostenibilidad, por eso el mejor lugar para comenzar es volver a usar la ropa que ya posees”
Quiero introducirles el concepto de armario cápsula, el cual está compuesto por pocas piezas fundamentales. Desde prendas simples como camisas, camisetas sin mangas y jeans, hasta prendas con un poco más de propósito, como pantalones hechos a medida y faldas para cualquier temporada.
¿Qué es exactamente un Armario Cápsula?
El término fue creado por el icono de la moda británica Susie Faux en la década de 1970. Faux se refiere a una colección de 30-40 prendas prácticas y versátiles, que se pueden mezclar y combinar para crear todo un guardarropa apto para varias temporadas. En 1985, la diseñadora estadounidense Donna Karan tomó la idea y la siguió, lanzando una colección cápsula que presentaba siete piezas intercambiables para la oficina. Si bien el concepto no es nuevo, en esta era del fast fashion representa un cambio en nuestra forma de pensar. Hacer conciencia acerca de cómo usamos la ropa, podría inspirar un cambio importante en nuestros hábitos de consumo.
¿Por dónde empezar a construir un Armario Sostenible?
Construir un armario sostenible no debería ser una tortura. Tener sólo 30 – 40 piezas siguiendo las recomendaciones de un armario cápsula, suena muy arriesgado, lo sé, pero siguiendo estos cinco pasos te aseguro que al final del proceso sentirás una sensación liberadora.
1. Detox y Organización
Para comenzar, mis palabras claves son detox y organización; debes sacar todo de tu armario (sí, todo) y observar cada una de las piezas con detenimiento. Luego divide por tipo de pieza, tops, pantalones, chaquetas, etc. Pruébatelo todo (sí, todo) y si no te queda bien, no la has usado en meses o ya no te gusta, haz una pila de “donación” y otra “para vender“. Ropa regalada de algún ex (¡pesadilla!), cosas manchadas o gastadas y las prendas que se usan una sola vez, como los viejos vestidos de dama de honor también deben irse.
Ecotip: No tires la ropa a la basura, esto es perjudicial para el medio ambiente, aumenta la acumulación de telas en los vertederos y promueve la cultura peligrosa del fast fashion.
Algunas preguntas que puedes hacerte para hacer el proceso más romántico y fácil pueden ser:
– ¿Lo he usado en el último año?
– ¿Se adapta a mi estilo de vida diario?
– ¿Combina con el resto de mi ropa?
– ¿Me encanta?
2. Haz un balance de lo que queda
El guardarropa cápsula variará, según la temporada y tu estilo, lo importante es tener un equilibrio de tops, partes bajas, capas (como abrigos y chaquetas) más accesorios. Los colores neutros que combinan entre sí también son clave. Si te gustan los estampados y las texturas, al mejor estilo Emily in Paris, ten en cuenta que no se vean de mala calidad. Mantén una gama de colores similar para así combinar esas piezas con las básicas.
¡No te distraigas con las piezas en tendencia! Debes aprender a reconocer cuando un chaleco de piel que todos usan, no coincide con tu estilo o cuando ese top de Zara no es de la calidad que esperabas. Haz una lista de las piezas que realmente necesitas, que sean atemporales, como una buena camisa blanca, un traje o taller a medida, un jean recto, y un vestido negro corto.
Recuerda, la idea es que estas piezas te generen alegría, deberías estar emocionada con la idea de usarlas en los próximos años y no sentir tristeza al momento de husmear tu closet cada día.
3. Aprende de tus errores
Toma nota de lo que desechas. ¿Hay una chaqueta que usaste sólo una vez, porque resultó que no era realmente tu estilo? ¿O un suéter que te pica mucho y que nunca volverás a usar? La ropa desechada es una lección, de lo que no debes comprar en el futuro.
4. Ten un sastre en tus contactos de emergencia
¿Sabías que más del 30% de la ropa comprada sin medir es devuelta? el fit en la ropa es fundamental al momento de crear un armario cápsula. Un sastre no es sólo para arreglar un vestido de fiesta. Si una pieza no te entalla como te gusta y no quieres salir de ella, llévala a un sastre local. Un poco de ayuda profesional puede salvar las prendas incómodas, rotas o que no te quedan bien. Ya sea que hayas comprado algo en oferta, o que se veía bien online, pero en la realidad es otra cosa, siempre hay formas creativas de salvar la ropa.
5. Compra con intención, ¡menos ES realmente más!
Ahora que has optimizado tu armario, te has centrado en tu estilo y has aprendido de tus errores ¡estás lista para la parte divertida! Puedes salir y comprar esos artículos necesarios que quieres mejorar, reemplazar y actualizar. Y qué mejor opción para un armario sostenible, que comprar en empresas responsables que se merecen ese dinero que tanto te ha costado ganar.
Un tip para lograr una compra sostenible es saber qué eslabón de la sostenibilidad te interesa más, aquí te recomiendo que vuelvas por un momento a mi artículo Lo Orgánico no Significa Necesariamente Sostenible y reflexiones:
- Si te preocupa la ética de la producción de la ropa: busca marcas que sean transparentes sobre sus políticas laborales y paguen salarios dignos y justos a sus empleados.
- Si estás más preocupada por los efectos ambientales de la producción de telas: enfócate en la ropa hecha con fibras naturales como algodón orgánico, tencel y cáñamo, o materiales reciclados, ya que requieren menos recursos, como agua y menos químicos.
Recuerda que el vestirnos en una actividad diaria, hazla más divertida y consciente este año nuevo. Recicla, reúsa, compra ropa de segunda mano, visita tiendas vintage y por qué no visitar el closet de una amiga, el de tu madre o abuela para conseguir tesoros que no te esperabas.