¿Quieres Saber qué Esconde tu Día? Pregúntale a tus Sueños

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¿Tienen los sueños una función? Sigue leyendo y descubre todo lo que tus sueños pueden decirte de tu día y de tu vida.

Quién no se ha despertado alguna vez diciendo: “anoche soñé que encontré mucho dinero”. Si te ocurre frecuentemente, no estás sola, es uno de los sueños más recurrentes en las personas.

Sigmund Freud, decía que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla. Sin embargo, la ciencia actual demuestra que si hay un hilo conductor entre nuestra vida despierta y nuestra vida dormidos, ese hilo representa nuestras preocupaciones emocionales.

“Entre el 35 y el 55 por ciento de los asuntos emocionales y las preocupaciones que tenemos durante el día, resurgen de manera contundente y sin ambigüedades en los sueños que tenemos por la noche” 

Así que, cuando vuelvas a soñar que encuentras dinero o joyas, piensa que los expertos ven en este sueño una manifestación de miedo a no tener lo suficiente o quizás sientas ansiedad ante la posible pérdida de tus recursos económicos. Una preocupación muy frecuente. Y tu inconsciente te muestra lo que es ser afortunado. Puede que así ganes en bienestar emocional, confianza y poder.

Entendamos el Sueño

Para entender mejor nuestros sueños, es importante darle una vista rápida al ciclo del sueño.

El cerebro funciona a base de ondas cerebrales, dependiendo de cómo sean estaremos en vigilia o en sueño.  Y una vez que estemos dormidos, la actividad eléctrica también irá variando según la fase de sueño en la que nos encontremos. Cuando dormimos, atravesamos cinco fases progresivamente:

Fase I: es la que se entra y se sale del sueño. En ella son muy frecuentes los despertares y las sensaciones de “caída”. En esta etapa, los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se enlentece.

Fase II: el sueño se hace más profundo y el tono muscular es más reducido. El movimiento de ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas.

Fase III: es la etapa del sueño en la que realmente descansamos y si nos despertáramos, nos sentiríamos confusos. Es donde generalmente se dan trastornos de sueño como el sonambulismo, terrores nocturnos y mojar la cama.

Fase IV: aquí es donde nos encontramos profundamente dormidos y nos hace descansar tanto física como psíquicamente. Aunque no es la fase en la que soñamos, nos podemos encontrar con imágenes, con la diferencia de que nunca son historias.

Fase REM: es la etapa en la que soñamos en forma de historia. El tono muscular no existe (por eso cuando queremos gritar en un sueño, no podemos). En esta etapa, las ondas cerebrales son como cuando una persona está despierta, por lo que, el ritmo cardíaco y la presión aumenta. En este fase es cuando soñamos, y si nos despiertan, los recordamos.

Un ciclo de sueño completo, desde la Fase I a la Fase REM, suele durar entre 90-110 minutos. Teniendo, generalmente, cinco ciclos a lo largo de la noche.

¿Tienen los sueños una función?

 El Dr. Matthew Walker, autor del libro: por qué dormimos, nos dice:

“A través de una combinación de técnicas para medir la actividad cerebral y rigurosas pruebas experimentales, finalmente hemos empezado a desarrollar una comprensión científica de los sueños humanos. El sueño REM, del cual emergen los sueños principales, ciertamente tiene muchas funciones. Pero más allá del sueño REM, ¿los sueños, por sí mismos, hacen realmente algo por nosotros? La respuesta científica es que sí”.

Sabemos que entrar en la fase REM del sueño es necesario para sanar heridas emocionales. Es en esa fase cuando el cerebro guarda recuerdos, repara heridas emocionales, entre muchas cosas. Se sabe, además, que los recién nacidos así como los niños más pequeños, pasan la mayor parte de su ciclo del sueño en la etapa REM. De este modo integran mejor cada experiencia, en la que es sin duda, la etapa más importante de su desarrollo. 

El sueño, y específicamente el sueño REM, es necesario para poder sanar las heridas emocionales. ¿Pero es específicamente el acto de soñar durante la fase REM, o simplemente soñar con esos mismos acontecimientos emocionales, lo que se necesita para mantener nuestras mentes a salvo de la ansiedad y la depresión?

Esta pregunta la responde el Dr Walker en su libro, citando un estudio que realizó una colega, a quien considera: “tan pionera en la investigación de los sueños como Sigmund Freud”. Es tan importante el resultado del estudio y cómo corrobora la pregunta anterior, que te ofrecemos un extracto de la respuesta:

“Cartwright,  decidió estudiar el contenido de los sueños en personas que mostraban signos de depresión como consecuencia de experiencias emocionales especialmente difíciles, como rupturas devastadoras y amargos divorcios. Justo en torno al momento del trauma emocional empezó a recolectar informes de sus sueños nocturnos y los analizó buscando signos claros de coincidencia entre los temas que surgían en sus sueños y sus experiencias durante la vigilia. Cartwright realizó evaluaciones de seguimiento hasta un año después para determinar si la depresión y la ansiedad causadas por el trauma emocional se habían resuelto o persistían. En una serie de publicaciones que todavía hoy día reviso con admiración, Cartwright demostró que sólo aquellos pacientes que soñaron expresamente con sus experiencias dolorosas lograron una resolución clínica de su situación, de tal manera que un año después se habían recuperado mentalmente, no mostrando signos clínicos de depresión. Los que soñaron, pero no con la experiencia dolorosa en sí misma, no pudieron superar el problema y se vieron arrastrados por una fuerte corriente subterránea de depresión”.

Esto nos demuestra que tenemos que estar atentos a cómo dormimos y a lo que soñamos. Especialmente cuando pasamos por algún trauma emocional. ¿Cómo lograr entrar en la fase REM del sueño y una vez ahí, soñar con esa emoción que agudizó nuestro día? Es una respuesta que sólo los especialistas en el sueño y su investigación, nos responderán algún día.

La próxima vez que sueñes que se te caen los dientes, no pienses que se va a morir alguien. No es eso. Lo más probable es que exista alguna inseguridad o algún conflicto de personalidad escondido por allí. Por algo es un sueño muy común entre los adolescentes.

Aún queda mucho por descubrir sobre lo que ocurre cuando dormimos. Por ahora quedémonos con alcanzar una buena noche de sueño, y en caso de recordar tus sueños, escríbelos y analiza qué emociones saltan a la vista.

Bea

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