Cuando Sano Experience me contactó para un nuevo artículo relacionado con el mes de mayo, me encontraba sumergida en un libro escrito por Florencia Abbate, una autora argentina, llamado “Biblioteca Feminista – Vidas, luchas y obras desde 1789 hasta hoy.” Leer este libro ha sido una experiencia maravillosa porque me ha mostrado que las mujeres siempre hemos estado presentes en las luchas por los derechos humanos—desde la Revolución Francesa hasta lo que te puedas imaginar. Muchas veces incluso, hemos sido aquellas que inician y desatan la liberación de muchos pueblos y la obtención de derechos.
Sin embargo, por el rezago patriarcal, nuestra parte de la historia se ha acostumbrado a la penumbra y al olvido histórico. En el colegio, no me hablaron de esto y en gran parte de la universidad, tampoco. Fue hasta que tuve algunas mentorxs y compañeras feministas que empecé a cuestionar:
Realmente hasta ahora, ¿quién me había contado la historia y de qué manera se me había contado?
La historia está impregnada hasta su raíz de un ‘malegaze’. Pero ahora, siendo un poco crítica puedo hablar de algunas cosas que entendí:
- Hemos estado ahí, siempre, en todas las luchas políticas y sociales.
- Todos los derechos que disfrutamos hoy han sido conquistados, y todavía nos faltan muchos.
- Los hombres se molestan porque no son bien acogidos en espacios feministas, pero no buscan feminizar sus espacios. Es más, no son conscientes de que en un principio fueron ellos quienes ignoraron completamente nuestras luchas porque no las encontraron importantes. De eso son testigos Olympe de Gauges, Théroigne de Méricourt, Clara Zetkin, Alexandra Kollontai, entre muchas otras. Estos nombres no resuenan mucho porque justamente su participación histórica ha sido muchas veces relegada al olvido, pero por favor, ¡vayan a leer sobre ellas!
Volviendo al mes de mayo, específicamente al Día del Trabajo—así como el Día Internacional de la Mujer, y el Día Internacional de la Eliminación de las violencias contra las mujeres—tiene un pasado lleno de luchas silenciadas. Conocerlas nos invita a ser criticxs con lo que ‘celebramos’.
Día de los Trabajadores
Para entender el Día de los Trabajadores, se tiene que entender el contexto social de los Estados Unidos en el siglo XIX, sobretodo en la ciudad de Chicago. El 1 de mayo de 1886 empezó una oleada de huelgas obreras que dentro de lo que demandaban era la reducción de la jornada laboral a ocho horas. Para el 3 de mayo, la policía había oprimido brutalmente a los manifestantes y mataron a un número de obreros de la fábrica McCormick. El 4 de mayo, frente a la represión policial, alguien lanzó una bomba que resultó matando a un oficial de policía e hirió a otros. Ocho personas fueron arbitrariamente acusadas, juzgadas y condenadas a cadena perpetua e incluso a la pena de muerte, aunque nunca se conoció el responsable de dicha atrocidad.
Conocer la historia de este día no es la única forma en ser criticxs, sino también entender que aunque se celebre, las mujeres aún seguimos siendo gravemente afectadas por distintas brechas, como lo son la de desempleo y la salarial. Adicionemos que muchas veces se nos discriminan y subestiman. Aquí unos datos sobre el mundo laboral y nosotras las mujeres:
- Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la brecha salarial en Colombia entre hombres y mujeres fue 12,9% en el 2019. Además, son generalmente más afectadas las mujeres rurales, mayores, con menores niveles educativos, e indígenas.[1]
- Existe una brecha histórica de desempleo entre mujeres y hombres. En Colombia la tasa es 6 puntos mayor que la de los hombres. Durante el 2020, la pandemia agudizó este escenario.[2]
- Según Oxfam, el acoso es una realidad más visible para las mujeres.
- Dudamos más a la hora de aplicar a un trabajo o de pedir un mejor salario.
5. ¿Cuántas veces no nos permitimos ser vulnerables en el trabajo por miedo a ser tildadas como emocionales o débiles? He pasado el estrés de ser catalogada de cierta manera, solo por mostrar trazos humanos, que usualmente son denominados como “femeninos”, y por “femeninos” me refiero a “débiles”.
Para este dato no tengo una estadística, tengo mi propia experiencia.
Los datos son mucho más que estos cinco. Con estos, busco simplemente hacer consciencia sobre las luchas que ya se han logrado y las muchas que nos faltan por derrocar. El techo de cristal es ahora visible, pero sigue bien puesto.
[1] https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/notas-estadisticas/nov-2020-brecha-salarial-de-genero-colombia.pdf
[2] Ver: https://blogcorewomanorg.files.wordpress.com/2020/04/las-brechas-de-gc3a9nero-que-se-estc3a1n-exacerbando-con-el-covid-19.pdf
