La higiene íntima se refiere al aseo vulvo-perineal y canal vaginal. Es tan importante como la de cualquier parte del cuerpo y debe ser equilibrada. Tanto la falta de higiene, como el exceso de esta, puede dar lugar a irritaciones o infecciones.
¿Qué debemos saber de nuestra higiene íntima?
El conocimiento es poder
Debes iniciar por conocer tus genitales. Te invito a colocar un espejo frente a tu vagina y visualices su aspecto externo, forma, color y olor. De esta manera, si ocurriera algún cambio externo, tal como: eritema (enrojecimiento de la piel), condilomas (verrugas genitales), fisuras, flujo vaginal patológico, u otra condición, podrías identificar que hay algo que revisar.
Es necesario que sepas que el flujo vaginal es normal. Su función principal es actuar como filtro frente a los posibles agentes infecciosos y que varía acuerdo al ciclo menstrual. Por ejemplo, si estas en periodo de ovulación, el flujo vaginal es transparente y pegajoso, si estas en los días cercanos a la menstruación será más espeso y blanquecino, pero si cambia a grisáceo, verdoso, grumoso, con prurito, muy abundante o tiene mal olor, es señal inequívoca para consultar con tu ginecólogo.
Higiene íntima cada día
La higiene íntima se debe hacer diariamente, tantas veces como sea necesario en el día, de acuerdo con tu actividad física y sexual. Siempre debes limpiar de adelante hacia atrás, tenemos el introito vaginal (orificio de la vagina) y el ano muy cerca y las bacterias que están normalmente en el recto y ano no son las mismas que se encuentran en la vulva y la vagina. Una limpieza incorrecta daría paso a muchas infecciones.
Usa tus manos y no esponjas. Las esponjas pueden acumular gérmenes y lesionar la piel. Usa agua y jabón líquido neutro o con pH ligeramente ácido de acuerdo a tus necesidades. En el mercado existen productos excelentes para la higiene íntima. Escoge con el que te sientas mejor. Los que contienen bardana, camomila y aloe son ideales, preferiblemente que no contengan parabenos. Algunos estudios sugieren lavarse los genitales sólo con agua. Sin embargo, a mis pacientes, les recomiendo el uso de estos productos que nos hacen sentir más limpias y frescas.
No olvides secarte muy bien. Seca los genitales externos sin frotar. Lo ideal es que uses una toalla suave, sólo para esta parte del cuerpo.
El uso de las duchas vaginales
La vagina es una cavidad natural auto-limpiante. No siempre que se tiene flujo vaginal hay infección y no siempre que hay infección vaginal es necesario colocar duchas vaginales.
No debes usar duchas vaginales en ningún momento, a menos que sea indicado por tu ginecólogo de confianza. Su uso modifica el pH vaginal y por ende la microbiota habitual, barriendo la flora vaginal protectora. La ducha vaginal es un lavado que se hace dentro de la cavidad vaginal con un preparado (natural o comercial) que permite barrer el exceso de flujo para iniciar el tratamiento indicado. Generalmente se usa un dispositivo diseñado para ello. Recuerda que el lavado vaginal debe realizarse sólo en los casos en el que la cantidad de flujo vaginal sea tan abundante que no permita se absorba la crema u óvulo del tratamiento indicado.
El olor de los genitales es característico. Si notas algún cambio consulta al ginecólogo, no es recomendable el uso de perfumes o desodorantes íntimos ya que son irritantes o alérgenos y pueden enmascarar el mal olor por infección.
Algodón, por favor: Escogiendo la ropa interior
La ropa interior diaria debe ser de algodón, ya que permite la transpiración adecuada. Otros materiales como la lycra o cualquier otro tejido sintético, la limita y las piezas de encaje o de materiales muy texturizados, pueden desencadenar irritaciones.
La ropa interior, muy pequeña, como el hilo dental puede ser un factor importante en las infecciones vaginales. Como el ano y la vulva están muy cerca, las panties de hilo dental pueden ser el transporte perfecto de las bacterias. Tampoco es recomendable usar ropa interior muy ajustada.
No recomiendo el uso de toallas diarias, ya que aumentan la humedad vaginal, y con su uso aumentas el riesgo a infección por Cándida. Es mucho mejor cambiar la ropa interior varias veces al día, si te molesta la humedad.
Relaciones sexuales y la higiene femenina
La higiene íntima antes y después de tener relaciones sexuales es fundamental. Lávate los genitales y pídele a tu pareja que también lo haga. Es sumamente importante la higiene de la cavidad oral antes de las relaciones sexuales orales, ya que las bacterias de la boca no son las mismas que están en la vagina o en el pene. En este mismo sentido, si tienes relaciones anales y luego vaginales, antes, deben cambiar el preservativo o lavarse adecuadamente.
Higiene íntima durante la etapa menstrual
En la etapa menstrual, si decides usar toallas sanitarias, tampones o copa, debes lavarte las manos muy bien antes de colocar cualquier dispositivo y cambiarlo cada cuatro horas o antes si es necesario.
Si te preocupa el olor menstrual, no olvides que es completamente normal que tu vagina tenga su típico olor ligero e inofensivo. Si te mantienes limpia, pero aún así sientes un olor fuerte, acude a tu médico, ya que puede tratarse de una infección.
Si sigues todas estas recomendaciones disminuirás el riesgo de infecciones vaginales, las cuales pudieran afectar tu salud sexual y reproductiva.
Dra. Itala Alvarado
Este artículo es sólo para fines informativos, incluso si incluye el consejo de médicos y profesionales. Este artículo no es, ni pretende ser, un sustituto del asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional y nunca se debe confiar en él para obtener un consejo médico específico.