El Yoga es muchas cosas, es una forma de ejercitar el cuerpo, un momento de meditación, o una forma de conectarnos con el todo. Ya conocemos su origen y sus beneficios como práctica. Ahora, voy a hablarte acerca de las cinco posturas básicas de yoga (Asanas) que probablemente hayas visto o realizado alguna vez en tu vida. ¡Te sorprenderás de sus detalles, significados, y beneficios!
Asanas – Posturas Corporales
Tadasana o Postura de la Montaña
También llamada samasthiti. A primera vista parece consistir en el simple hecho de estar parado en el lugar mirando hacia el frente, pero lo que por fuera parece simple, por dentro puede ser complejo, y esta es una de las posturas más difíciles de sostener.
Muchas de las series de Yoga comienzan con esta postura, donde se nos invita a permanecer erguidos y firmes como una montaña, tomando consciencia del apoyo de nuestros pies, desde el talón hasta la punta de los pies. De abajo hacia arriba vamos tensando todo nuestro cuerpo, parte por parte. Elevando las rotulas de las rodillas, contrayendo las caderas y los cuádriceps, manteniendo el vientre hacia adentro, el pecho hacia adelante, la columna larga hacia el cielo y el cuello erguido con la mirada hacia el frente. El peso del cuerpo debe estar distribuido de forma pareja en toda la superficie de los pies, así como también entre el pie derecho y el izquierdo. Los brazos firmes al costado de los muslos y los hombros relajados, lejos de las orejas.
Esta postura es esencial para la practica de Yoga y la vida diaria, al comprender e incorporar la técnica de permanecer de pie correctamente, comenzamos a repartir el peso del cuerpo de forma pareja. Al mantenernos alineados al eje central de nuestro cuerpo evitamos deformaciones, contracturas o malas posturas, que repetidas en el tiempo se vuelven crónicas.
Cuando mantenemos nuestro cuerpo alineado a nuestro centro de gravedad, nuestra mente gana agilidad, foco y frescura.
Adho Mukha Svanasana o Perro Boca Abajo
Dentro de las posturas básicas de yoga, ésta forma parte de casi todas las series, y aunque en muchas ocasiones creemos que la estamos practicando correctamente, nos olvidamos de ciertos detalles que son imprescindibles.
Los dedos de las manos deben estar haciendo presión contra la esterilla para no sobrecargar a las muñecas, los hombros rotan hacia atrás, juntando los omoplatos, el abdomen se hunde hacia adentro como si el ombligo quisiera llegar a la espalda, los pies paralelos entre si apoyan los talones en la esterilla y las piernas se mantienen firmes elevando las rotulas y tensionando los cuadriceps.
Esta es una postura vigorizante, que nos llena de energía. Elimina la rigidez de las piernas, los omoplatos, los hombros y el cuello. Fortifica los abdominales y rejuvenece las células del cerebro.
Vrksasana o Postura del Árbol
Esta es una de mis asanas favoritas ya que nos invita a “poner los pies en la tierra”, a enraizarnos como un árbol que se mantiene firme a pesar de los vientos que puedan acontecer a su alrededor. En la filosofía del Yoga, los pensamientos, suelen relacionarse con “vientos” o corrientes de energía que pasan por nuestra mente. Esta postura básica de yoga nos invita a mantener el equilibrio a pesar de esas correntadas de aire que puedan abordarnos, a anclarnos a la tierra, y prestar más atención a nuestros pies que a nuestra cabeza.
Tres claves muy importantes de esta postura son:
- Mantener la mirada en un punto fijo 1 o 2 metros delante nuestro (esto nos dará gran parte del equilibrio, vamos, lo que llamamos comúnmente “mantenerse enfocado”)
- La planta del pie que se apoya contra la pierna contraria jamás debe ir sobre la rodilla ya que esto puede tener consecuencias desfavorables. Podemos poner el talón contra el inicio del muslo contrario, o podemos apoyar el pie contra la cara interna de nuestra pierna, por debajo de la rodilla
- Las caderas deben estar alineadas a la misma altura. A veces sucede que, sin darnos cuenta, la cadera de la pierna que se flexiona tiende a subir un poco, es importante tomar consciencia de la postura y mantener las caderas en una misma línea.
Además de equilibrarnos en cuerpo y mente, esta postura también es muy buena para tonificar los músculos de las piernas.
Virabhadrasana o Postura del Guerrero
Consta de una serie de tres asanas que representan, como si de un baile se tratara, un momento folclórico de la cultura hindú donde un héroe derrota a un demonio que acechaba el mundo de los Dioses. Tenemos entonces, la postura del guerrero uno, dos y tres. Quizás la más “famosa” de las tres (la que hemos visto en más fotografías) es Virabhadrasana 1.
Estas posturas básicas de yoga, las de pie, son posturas de fuerza intensa que deben practicarse con plena consciencia y cuidado de no exigirse por demás. En su conjunto, son posturas muy completas, que tonifican las piernas, el abdomen, los brazos, y los músculos de la espalda. Eliminan la rigidez de espalda, hombros y cuello y ayudan a reducir el tejido graso de las caderas.
Personalmente, tengo mucha devoción por esta serie de asanas, ya que al practicarlas el cuerpo y la mente reciben la energía del guerrero, que aporta agilidad, certeza, seguridad, fuerza y determinación para todo lo que nos propongamos en nuestra vida cotidiana.
Savasana o Postura del Cadáver
¡La favorita de todo el mundo! De las posturas básicas de yoga, ésta destaca en la fase final de la practica de asanas. Comienza por tumbarse boca arriba en el suelo, con los brazos al costado del cuerpo, las palmas de las manos hacia arriba y las piernas relajadas dejando caer los pies hacia el lateral exterior.
En esta postura se busca aquietar el cuerpo por completo, así como también la mente en una relajación consciente. Consciente también significa sin quedarse dormido… ¡Es tan relajante!
En clase, nos ayudamos de la respiración, los sonidos, la luz (más bien reducción de esta), los aromas, la música y diferentes visualizaciones para poder relajar por completo.
Savasana fija en nuestro cuerpo los efectos de las otras posturas realizadas previamente, elimina la fatiga y aquieta la mente, dejando que la energía fluya por todo nuestro cuerpo. Es la postura clave, pare irnos livianitos al final de nuestra práctica, no importa cuan intensa haya sido.
¿Qué te parecen estás posturas? ¿Te apuntas a la práctica de Yoga? Dejanos tus comentarios o dudas aquí debajo o a través de nuestras redes.
Namasté,
