Tomar decisiones con conciencia ecológica puede resultar confuso. Desde si las hamburguesas vegetales procesadas realmente marcan una diferencia hasta qué tan accesible o económicamente viable puede ser ser ecológico.
Tratamos de dar respuesta a las 3 preguntas más comunes sobre la ecología. Cada vez que estoy en un supermercado, nos cuenta Bea, me sorprende la cantidad de marcas con el sello: Ecológico, Bio, Vegan. En el mercado actual, “verde” es oro. Un Informe de sostenibilidad corporativa global en el 2018 encontró que el 80% de los consumidores cree firmemente que las empresas deben ayudar a mejorar el medio ambiente, y más del 70% están dispuestos a pagar más por marcas sostenibles.
Como madre y experta en alimentación sostenible, veo esto como algo bueno. Necesitamos empresas con visión de futuro que lideren el mercado. Pero, ¿cómo se separa lo que es exagerado de lo que es útil?
Mientras tratamos de tomar decisiones informadas, aquí hay algunos mitos que pueden confundir. Trataré de ofrecer algunas soluciones reales para ayudarte a comprar, comer y alcanzar tus objetivos ecológicos.
Mito #1. Las hamburguesas a base de plantas son mejores para ti
Las hamburguesas a base de plantas se han elevado en popularidad gracias a empresas innovadoras que las ofrecen como productos alternativos a la carne. La comida rápida está reportando un aumento en las ventas al presentar esta nueva generación de hamburguesas que se ven, saben y, a veces, incluso “sangran” como las reales.
Estos productos parecen ofrecer una alternativa más saludable a la carne de res y al mismo tiempo afirman resolver los desafíos ambientales y éticos de la producción ganadera. Un análisis de algunas empresas de sostenibilidad encontraron que algunas marcas de hamburguesas vegetales procesadas, usaban un 96% menos de tierra, un 87% menos de agua y generaban un 89% menos de emisiones de gases de efecto invernadero.
Realidad: Esta categoría tiene un potencial tremendo, pero no siempre es tan clara como muchos especialistas en marketing le hacen creer: estas hamburguesas pueden reducir la huella de carbono, el uso de la tierra y el uso del agua en comparación con las hamburguesas convencionales, pero es probable que aún tengan un impacto considerable. Mayor impacto en el planeta que las hamburguesas vegetarianas integrales hechas con alimentos básicos como arroz o frijoles.
En cuanto al impacto en su salud, si bien las hamburguesas a base de plantas están libres de antibióticos y hormonas potencialmente dañinos que se usan a menudo en la ganadería, estos beneficios también se pueden obtener al optar por carne de vaca orgánica de calidad superior alimentada con pasto. En cuanto a la nutrición, si bien las proteínas y las calorías de estas hamburguesas suelen ser similares a las de la carne de res, muchas contienen niveles significativos de grasas saturadas y sodio. Muchos tienen listas de ingredientes largas y altamente procesadas. ¿Estos ayudarán a tener una mejor salud de la misma manera que lo hacen las hamburguesas caseras hechas con vegetales y legumbres? ¿O finalmente llegarán a ser vistos como otro alimento procesado que hay que minimizar?
Hasta que tengamos más ciencia, mi consejo es el siguiente: estas hamburguesas pueden estar bien como una comida rápida ocasional (debes hacer conciencia que es una comida procesada), pero para la salud diaria, elija hamburguesas vegetarianas caseras saludables que cumplan con las pautas de ingredientes: proteína, grasas y carbohidratos. Como por ejemplo: lentejas+quinoa+harina de tapioca+aceite de oliva extra virgen.
Mito #2. Los envases reciclables o compostables son siempre una opción ecológica
Los envases de un solo uso contribuyen en gran medida a un exceso de plástico mundial: en todo el mundo, producimos cerca de 300 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales se usa solo una vez antes de ir a la basura. En el sector natural y orgánico, los envases más pequeños pueden ser una forma de compensar los precios más altos.
Para detener el flujo de plásticos en el medio ambiente, las empresas bien intencionadas están tratando de crear mejores materiales. Los envases reciclables o compostables se han vuelto populares, lo que le ayuda a sentir que está marcando la diferencia. ¿Pero eso significa que siempre son una opción ambiental inteligente?
Realidad: Depende. Si bien el reciclaje puede ayudar a mantener los plásticos a base de petróleo fuera del medio ambiente, un factor clave es llevarlos al lugar de procesamiento adecuado, lo que, desafortunadamente, no ocurre tanto como es necesario para que los envases ecológicos sean efectivos. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) solo el 13% de los envases y embalajes de vidrio se reciclan, mientras que el resto termina en vertederos.
¿Qué pasa con los compostables que se descomponen en el medio ambiente de una manera no tóxica? Aunque ciertamente es una mejor opción, los materiales compostables necesitan condiciones muy específicas (como oxígeno, humedad y luz solar) para descomponerse y pueden contaminar las corrientes de reciclaje si se arrojan sin saberlo. Al igual que los reciclables, también pueden tener dificultades para terminar en el lugar correcto, ya que muchas áreas (incluido el lugar donde vivo) aún no ofrecen compostaje. Si no puedes llevar estos productos compostables a su ubicación final correcta, es posible que se pierda cualquier ventaja que tengan sobre los envases convencionales.
Coincido con el consejo, según la EPA. Evitar por completo el factor desechable (también conocido como “reducir”) o elegir envases reutilizables de circuito cerrado. Numerosas empresas emergentes ofrecen servicios de suscripción donde venden productos básicos de uso diario en envases elegantes y reutilizables que, cuando están vacíos, se recogen, se devuelven a la empresa, se lavan y se rellenan.
Los hábitos de baja tecnología, también pueden marcar una diferencia significativa, como comprar a granel o llevar tus propias bolsas al comprar.
Mito #3. La compra sostenible de comestibles es cara
Las frutas y verduras pueden ser más caras que las opciones de comida rápida, especialmente en comparación con las calorías que representan. Además, los productos certificados (como los certificados orgánicos, biodinámicos o orgánicos regenerativos) que son mejores para el planeta suelen costar más. ¿Significa esto que la sostenibilidad romperá tu presupuesto?
Realidad: Para la mayoría de nuestros lectores, el secreto de una alimentación asequible y sostenible radica en cambiar dónde y cómo gasta su dinero en alimentos.Compre productos de temporada en los mercados de agricultores locales para obtener productos ricos en nutrientes a mejor precio y, al mismo tiempo, reduzca la huella de carbono que produce el transporte cuando el alimento viene de otro lado. Cambiar la proteína animal por frijoles, que son una fracción del costo de la carne, algunas veces a la semana también puede generar grandes recompensas climáticas: un estudio de la Universidad Carnegie Mellon descubrió que volverse vegetariano solo un día a la semana reduce increíblemente los gases de efecto invernadero.
Otro ganar ganar: cambiar los mariscos de “alta gama” en favor de opciones sabrosas y asequibles, como sardinas, almejas o mejillones enlatados de origen sostenible. Una de mis favoritas son los lomos de sardinas en aceite de oliva.
Incluso tu rutina de cocina puede modificarse mientras reduces los gastos: usa trapos multiusos en lugar de toallas de papel. Envoltorios sin plástico como los fabricados con cera de abejas, para ayudar a eliminar el uso de papel film.
Para finalizar te dejo la receta de mi limpiador favorito “hecho en casa” para la limpieza diaria
Ingredientes:
- Media taza de vinagre blanco (125 ml)
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio (20 g).
- Varias gotas de aceite esencial de árbol de té o de eucalipto.
- Atomizador.
- Agua para llenar la botella.
Vierte la media taza de vinagre en una botella con atomizador y añade 2 cucharadas de bicarbonato de sodio. Pon unas gotas del aceite esencial elegido y luego llena la botella con agua hasta arriba. Mézclalo bien agitando la botella cerrada y deja que se asiente antes de usar.