¿Cómo Evitar una Infección Vaginal?: Cuida el Microbioma de tu Vagina

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infección vaginal
Saber qué es una infección vaginal y cómo podemos evitarla es el tema que nos ocupa hoy. Te enseñamos cuáles son los factores que favorecen su aparición, los tipos de infecciones vaginales que existen y unas estupendas recomendaciones generales.

El intestino y su microbioma está en la boca de todos. Sin embargo, cada parte de nuestro cuerpo convive con una población de bacterias y hongos, incluyendo nuestra vagina. Si alguna vez eres consciente de algún microbioma, probablemente sea porque hay alguna infección. Y hoy, hablaremos de la más común e incómoda de todas: la Infección Vaginal.

Imagina tu vagina. Su microbioma no suele ser algo en lo que pensar … hasta que contraes una infección vaginal.  Y luego otra infección. Y así caes en la recurrencia.

Es necesario realizar más investigaciones para determinar exactamente qué tan común es una infección vaginal recurrente. A menudo se estima que tres de cada cuatro mujeres experimentan una infección vaginal en su vida y que casi la mitad de esas mujeres tendrán dos o más. Muchas infecciones del microbioma vaginal se pueden prevenir si te comprometes con el cuidado vaginal adecuado. 

La buena noticia: la mayoría de las veces, eso significa no hacer absolutamente nada. Lo malo: puede que tengas que reconsiderar el hábito de vivir en leggins de ejercicio.

¿Qué son las infecciones del tracto genital?

Son aquellas infecciones que afectan tanto los genitales externos (vulva) como los internos (vagina, cuello uterino y órganos internos). Una infección vaginal, comumente llamada y donde, incluímos coloquialmente, las infecciones del tracto genital completo, afectan la vida emocional, sexual y física de la mujer, y en ocasiones, la pareja también está involucrada en esto. 

Debes cuidar los siguientes factores, ya que favorecen su aparición:

  • Falta de higiene íntima diaria.
  • Falta de higiene previo y posterior a las relaciones sexuales.
  • Tener varias parejas sexuales.
  • Tener una nueva pareja sexual. 
  • No usar preservativo al tener relaciones sexuales. 
  • Uso de productos como desodorantes íntimos, que cambian el pH de la vulva y vagina.
  • Ropa muy ajustada que favorece la humedad y la aparición de Candidiasis.
  • Uso prolongado de antibióticos, que si bien es cierto, son necesarios para tratar una patología, pueden disminuir la flora bacteriana normal de la vagina, específicamente los lactobacilos encargados del equilibrio del pH vaginal. 
  • Usar duchas vaginales sin prescripción médica.
  • Uso prolongado de tampax sin cambiarlo.
  • Las irritaciones en la piel de los genitales originan grietas, y estas a su vez, pueden infectarse.

Los síntomas más frecuentes de la infección vaginal,  incluyen secreciones vaginales, con cambios en sus características: 

  • Color: blanco, gris, amarillo, verde.
  • Textura: espesa o grumosa
  • Olor: ácido intenso, que se intensifica cuando se tiene contacto con el pH alcalino del semen o el jabón.
  • Otros síntomas: picor, irritación, micción dolorosa, dolor de vientre y dolor durante las relaciones sexuales.

Tipos de infecciones del tracto genital 

Los ginecólogos estamos entrenados para hacer el diagnóstico por los síntomas  que presentes, sin embargo, lo ideal sería tomar un cultivo vaginal para aislar el o los gérmenes infecciosos y conocer el antibiótico o antimicótico que mejor tratará tu infección vaginal. Como parte del diagnóstico se incluye la citología, la tipificación y el descarte, a través, de una muestra de sangre de otras enfermedades de transmisión sexual como el HIV, sífilis, entre otras.

Las infecciones vaginales se clasifican en:

  • Candidiasis 
  • Bacterianas: Vaginosis bacteriana, Chlamydia Trachomatis, Ureaplasma urealyticum, Sifilis (treponema pallidum), Gonorrea (Neisseria Gonorrhoeae)
  • Por parásitos: Tricomoniasis (Trichomonas vaginalis).
  • Virulentas: Virus del papiloma humano (VPH), Herpes genital, Virus de inmunodeficiencia humana (HIV).

El tratamiento de una infección vaginal debe ser prescrito por un ginecólogo. No te automediques, ya que, puedes incurrir en errores de tratamiento y complicar la infección. Existen productos para cada caso, como, el  Clotrimazol, Fluconazol, Itraconazol, Penicilinas, Metronidazol, Clindamicina.

Recomendaciones Generales para evitar la infección vaginal

  1. Los óvulos o crema vaginal indicados por tu ginecólogo, se deben usar en la noche antes de dormir. Las horas habituales de sueño, son suficientes para permitirle al medicamento que se absorba.
  2. Mientras recibas el tratamiento para curar tu infección, no tengas relaciones sexuales, para permitir que el tratamiento pueda absorberse adecuadamente y recuperarte de la inflamación y dolor que pueden ocasionar las infecciones.
  3. La higiene personal es fundamental para la salud. Te invito  a recordar  las recomendaciones en el artículo de Higiene Íntima Femenina.
  4. Muchas veces el tratamiento de las infecciones del tracto genital es en pareja, porque están relacionadas con infecciones de transmisión sexual. El hombre generalmente es portador asintomático, por lo que debe acudir al urólogo, quien le indicará el tratamiento adecuado. 
  5. Enseña desde pequeños a tus hijos la importancia de conocer, limpiar y cuidar de sus genitales, como una parte importante de su cuerpo. Crecerán siendo más sanos, responsables y conscientes.
  6. Es fundamental tratar adecuadamente estas infecciones, ya que si se hacen crónicas pueden afectar tu salud reproductiva, infectando el útero y las trompas llegando a obstruir por inflamación, apareciendo la llamada enfermedad pélvica inflamatoria, que es una causa de infertilidad. 

“No dejes de consultar al ginecólogo ante cualquiera de estos síntomas, sigue al pie de la letra el tratamiento indicado y se responsable y consciente ante tu vida sexual”

Dra. Itala Alvarado

Este artículo es sólo para fines informativos, incluso si incluye el consejo de médicos y profesionales. Este artículo no es, ni pretende ser, un sustituto del asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional y nunca se debe confiar en él para obtener un consejo médico específico. 

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