Nuestra existencia como mujeres ha sido una constante lucha por conseguir espacios, visibilidad, derechos, respeto y dignidad. Es por eso, que a través de los años, los feminismos han buscado promover sus agendas para lograr la igualdad de nuestros derechos.
Históricamente, se habla de unas Olas Feministas que buscaron abrirnos espacios en todas las esferas—privadas y públicas. En este artículo, explicaré brevemente de qué tratan, pero siempre teniendo en cuenta que hay luchas feministas, que no hacen parte de esas Olas, y que también deberíamos tener presentes…pues, ¿cuantas historias de resistencia de mujeres alrededor del mundo no conoceremos?.
La Primera Ola Feminista
La Primera Ola Feminista surgió a finales del siglo 19 y principios del siglo 20. Si bien comenzó con el reclamo de igualdad de aspectos privados, como el derecho de propiedad y dentro del matrimonio, su evolución abarcó los reclamos en el ámbito público, como la obtención de poder político y el derecho al voto. El movimiento conocido como las sufragistas, se originó en Estados Unidos, y buscó principalmente el sufragio femenino como derecho universal, y le debemos hoy en día el hecho de poder votar.
Este reclamo se extendió internacionalmente y llegó a varios países de latinoamérica durante el principio del siglo 20. Sin embargo, los reclamos perduraron hasta mitad de siglo sin ser concedidos. En Argentina, las agrupaciones feministas por el derecho al voto comenzaron en 1906, pero recién consiguieron votar en el año 1947. En el caso de Colombia, tomó un tiempo, pues las mujeres no pudimos votar hasta 1954. No obstante, me gusta pensar que, como años antes, sufragistas en otros lugares del mundo impulsaron un movimiento que se iba a volver eventualmente global. Empezaron labrando un arduo camino, para que las mujeres podamos ejercer un derecho tan fundamental como lo es votar.
La Segunda Ola Feminista
Empezó en los años 1960 y se extendió hasta 1990, en un contexto anti guerra y de diferentes movimientos por los Derechos Civiles alrededor del mundo. La Segunda Ola del feminismo se centró en la libertad e igualdad de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Uno de los momentos más emblemáticos de esta Ola Feminista fue durante un concurso de belleza en Atlantic City, EE.UU en 1968, en donde un grupo de feministas protestaron en contra de la cosificación de la mujer y los estándares de belleza que han sido implantados por el patriarcado. Estos no sólo han estigmatizado a muchas mujeres, sino que también han estado basados en sesgos machistas y coloniales.
Esta segunda Ola tuvo bases teóricas sólidas y criticó fuertemente al patriarcado, el capitalismo, la heteronormatividad y el rol de la mujer, visto únicamente como el de madre y esposa. Además, se subrayó la importancia de diferenciar el sexo y el género: el primero está determinado por las características biológicas de un ser humano al nacer (se refiere a femenino/masculino), y el segundo se refiere a aquellas características sociales y culturales que se asocian a cada uno de los sexos, además de ser una construcción social de cómo se deberían comportar las personas acorde a su sexo biológico (se refiere a mujer/hombre).
En esta Ola Feminista se empezó a hablar de cómo “lo personal es político”, pues buscó visibilizar la violencia de género que las mujeres sufren dentro de sus hogares. Esto era y sigue siendo silenciado, y a veces tratado como un problema personal. Sin embargo, es importante seguir llevándolo a la esfera política y pública. Algunas académicas dicen que esta Ola Feminista buscó demostrar como la raza, la clase social y el género interceden en experiencias de opresión diferentes.
La Tercera Ola Feminista
La Tercera Ola Feminista empezó a mediados de los años 1990 y buscó tumbar muchas construcciones sociales como la idea de la “mujer universal”, construcciones alrededor de los cuerpos femeninos, sobre el género y la sexualidad, además de la heteronormatividad. Un tema transversal en la Segunda y Tercera Ola Feminista fue la feminidad, la cual a veces se ha entendido como un símbolo de opresión patriarcal, mientras que otras veces como una forma de lucha.
“Es importante mencionar que yo entiendo la feminidad como un deber ser que se nos ha impuesto, sin embargo, la mejor forma de vivirla o resistir es definirla por nosotras mismas”
Durante esta época, a nivel cultural, la música pop, el cine y la tv, ya no son ajenos a los reclamos y dilemas que enfrenta el feminismo. Se empiezan a ver algunos temas de la agenda feminista, como la desigualdad salarial y la falta de diversidad en los cargos gerenciales, el acoso en los espacios de trabajo y el amor libre.
La Cuarta Ola Feminista
Finalmente, la Cuarta Ola Feminista no es tan claro denifir cuando empezó y muchos no la definen como Ola aún. Una de las principales características es su rápida globalización, gracias a que este movimiento ha surfeado la era digital y la ha hecho suya. Infinidades de hashtags, como el de #MeToo, han tomado las redes en el transcurso de los últimos años para hacer llamados a temas tan importantes como la violencia sexual, la igualdad y paridad de género, y los derechos LGBTI+.
Particularmente para mi, fue muy poderoso ver a todas esas mujeres valientes contando sus experiencias de abuso y acoso sexual. Para ese entonces, apenas comenzaba la universidad y apenas me iba a encontrar lo cruel que puede ser el mundo con nosotras, las mujeres. Me llevó a entender que muchas de las experiencias que yo había vivido, incluso en ese primer año de universidad, no estaban bien.
Lo más importante que he visto, es que los feminismos están saliendo de sus esferas académicas, para tomarse discursos del día a día. Están buscando desmantelar comportamientos y acciones históricamente normalizados contra las mujeres, y mostrarlos como son: violentos.
La Marea está Alta
Estas Olas Feministas han sido más que necesarias, pues hoy muchas de nosotras (aunque todavía no todas) podemos votar, acceder a la educación, ejercer todas las profesiones, decidir sobre nuestros cuerpos (parcialmente), vivir libremente nuestra sexualidad, y condenar la violencia sexual, entro otros derechos humanos básicos gracias a estos movimientos históricos. Sin embargo, hay muchas luchas feministas y experiencias de resistencia, de las cuales aún no sabemos mucho, ya que pasan en los márgenes, han sido sigilosas o silenciadas.
Hay miles de historias de resistencia de mujeres indígenas, que evitaron que se usaran sus cuerpos durante la conquista de América Latina; como bien sabemos los cuerpos de las mujeres han sido históricamente usados como golpes de guerras y territorios a colonizar. Es más, muchas académicas critican estas Olas Feministas, porque dicen representar sólo a aquellos feminismos blancos de Occidente. Ojalá las Olas Feministas por venir, incluyan más grupos de mujeres: indígenas, mujeres trans, afrodescendientes y demás.
La realidad es que historias de resistencia hay todos los días. Estoy segura que muchas de ustedes resisten de maneras diversas a los mandatos y discursos patriarcales que todavía intentan derrocar.
Así que, en vez de ver la historia del feminismo como una cronología organizada y dividida en cuatro Olas, me gusta verla como un mar inquieto y vasto. Sigamos revolcándolo, que la marea apenas va subiendo.
Referencias
Rampton, Martha (2019) Four Waves of Feminism [Las Cuatro Olas del Feminismo]. Pacific University.
Aguilar Barriga, Nani (2020) Una aproximación teórica a las olas del feminismo: la cuarta ola. Web. Acceso12 de octubre, 2020.