Muchas veces digo que el objetivo del Yoga, tiene que ver con descubrir el amor en su máxima expresión. Amándonos a nosotros mismos como parte de un todo absoluto. Pero ¿qué significa amarse a uno mismo? Este concepto es tan difícil de definir como la mismísima pregunta acerca de qué es el amor, el amor en su estado más puro.
Cuando pensamos en amor, es muy probable que nuestra mente asocie rápidamente el amor entre dos personas, padres e hijos, parejas, amigos. Si seguimos indagando aparece el amor hacia animales, proyectos, lugares, creaciones, etc. El factor común entre estas opciones es que, todo lo que decimos amar tiene algún rol en nuestra vida. Difícilmente estemos declarando nuestro amor a algo que no conocemos. Por eso, para empezar a descifrar de qué se trata el amor propio, el primer paso es conocernos a nosotros mismos.
Cómo empezamos a enamorarnos
Autoconocimiento
Reconocernos como individuos, con características y necesidades particulares, es el primer paso para poder amarnos. No basta con saber nuestro nombre, árbol familiar y mirarnos al espejo. Hay una búsqueda mucho más profunda que nos lleva a comprender y aceptar quienes somos.
Hay una cantidad, casi infinita de herramientas de autoconocimiento. Algunas de ellas son más tradicionales para quienes nacimos en occidente, como la psicoterapia, y otras, comúnmente llamadas alternativas. Éstas últimas, cada vez se hacen más visibles en esta nueva era que estamos viviendo.
“El yoga, el reiki, la meditación, el eneagrama, el registro de las emociones a través de la escritura, la astrología, la biodecodificación y el ayurveda, son algunas de las técnicas que más utilizo. Así logro reconocerme, aceptarme y a partir de ahí, amarme”
A través del autoconocimiento puedo identificar cuáles son mis fortalezas y debilidades, mis necesidades físicas y emocionales. Asimismo, identifico los signos que me indican cuando estoy dándome lo que necesito, y cuando no. Cuando estoy amándome y cuando no.
Gestos de amor
El amor es la energía más poderosa que existe. No podemos verla, pero si expresarla a través de la acción, a través de gestos.
“Amar es aceptar e intencionar que el ser amado, incluso el propio ser, pueda existir en libertad, felicidad, salud, paz. Es dar sin esperar nada a cambio, contener, cuidar, nutrir, ayudar, dejar ser”
Pasé muchos años de mi vida creyendo que “no tratarme mal” era suficiente para decir que me estaba amando. Pero un día descubrí, que el amor propio era mucho más que eso. Mi camino comenzó con la nutrición, dejé de comer aquello que identificaba que me hacía mal y que sólo comía por costumbre o presión social. A partir de ahí empecé a habitar mi cuerpo de una manera totalmente diferente, con mucha más libertad, con mucha más alegría.
El Yoga y el Ayurveda me enseñaron que alimentación no sólo era lo que llevaba a mi boca, sino también todo aquello que entrara por mis sentidos. Entonces, comencé a prestar atención a los lugares donde vivía, la música que escuchaba, los contenidos que consumía, los aromas, la gente con la que me rodeaba. Aprendí que el amor propio también tiene que ver con poner límites, dejar entrar lo que me hace bien y dejar salir lo que me hace mal.
El Yoga, el Ayurveda y la Biodecodificacion me enseñaron a escuchar mi cuerpo, como si se tratara de un mensajero de mi mente y mi alma. Aprendí que la mayoría de los síntomas físicos, que se manifiestan en mi cuerpo, me están ayudando a escuchar mi alma, que muchas veces intenta ser censurada por la razón. Como dice el dicho “el cuerpo habla lo que la mente calla”
A través de la Astrología y el Eneagrama, comencé a estudiar cómo está compuesta mi personalidad, cuáles son mis tendencias hacia la baja energía y cuáles son las herramientas que tengo para mantenerme con la energía alta.
Amor sostenible
Es fácil decir que tenemos amor propio cuando todo está bien. Cuando me veo bien, me gusto, me fué bien en el trabajo o en el estudio. Pero ¿qué pasa cuando todo parece que va mal?; ¿Cuando siento que tomé una mala decisión o me arrepiento de haber actuado de cierta manera?
Ahí es cuándo ponemos a prueba nuestro amor.
El amor se caracteriza por no estar apegado a ningún tipo de resultado, es decir que amamos sin esperar nada a cambio. Entonces, también necesitamos amar estas versiones de nosotros mismos, las que nos incomodan, comprenderlas, abrazarlas. Y sin buscarlo, con amor, transformarlas.
Muchas veces, estas situaciones donde me encuentro con mi propia sombra, son una especie de alerta, que me dice que me estuve dejando de lado, que no me dí amor.
Entonces, para que mi amor propio sea sostenible, necesito una rutina, una fórmula fuerte, flexible y equilibrada.
Mi fórmula
Cada individuo, a través de su propio autoconocimiento, irá descubriendo y diseñando su fórmula.
Tip: para que la fórmula de amor sea fuerte, flexible y equilibrada, es esencial aprender a priorizar nuestras necesidades, poner limites (a nosotros mismos y a nuestro entorno) y alejarnos de la energía de perfección y extrema autoexigencia.
Es común que a veces nos alejemos, demos prioridad al trabajo, a otras personas, o simplemente no nos sintamos con la energía suficiente como para emprender ninguna de estas acciones
Mi formula personal está enfocada en la alimentación, la práctica del Yoga, la meditación, la escritura, el tiempo al aire libre, el estudio y la calidad de mis vínculos.
De todos los gestos de amor que puedo darme, sé que, en mi vida, la palabra clave es “Yoga”. Sé que es la llave de entrada que me permitirá volver a mí, volver a escucharme, y volver a conectar con el amor.
¿Cuál es tu fórmula?
